Las imágenes de todos los espacios del hogar, incluyendo el dormitorio, eran transmitidas en una página internacional sin el conocimiento ni el consentimiento de las víctimas. La situación, que se prolongó durante más de dos años, reaviva el debate sobre la seguridad en dispositivos conectados a redes y los riesgos de su mal uso.
Dispositivos conectados: una puerta abierta al riesgo
Expertos en ciberseguridad advierten que cualquier equipo vinculado a una red es vulnerable. “El único dispositivo con un grado de seguridad aceptable es aquel que se encuentra físicamente aislado de cualquier red”, explican. Sin embargo, cuando estos sistemas están conectados a internet, la vulnerabilidad crece exponencialmente si no se configuran de manera adecuada.
Los profesionales destacan que una mala configuración por parte del usuario, o incluso una falla en la administración del sistema, convierte a estos dispositivos en un blanco fácil para ciberataques. “Todo equipo conectado a la red, sin la configuración correcta, representa un riesgo potencial, ya sea que el acceso indebido provenga de terceros ajenos o de personas cercanas a la administración de los dispositivos”, sostienen. En estos casos, no solo se trata de un fallo en la seguridad, sino también de un hecho punible que vulnera la privacidad y daña la reputación de los afectados.
Accesos no protegidos: el error más común
Al instalar cámaras de circuito cerrado, los usuarios suelen recibir una contraseña y un usuario predefinido para acceder al sistema desde sus dispositivos móviles o computadoras. Sin embargo, expertos señalan que rara vez se solicita cambiar la clave de acceso al panel de administración del equipo. Este descuido permite que cualquier persona con conocimiento pueda operar las cámaras, incluso de forma remota.
La fiscala Irma Llano advirtió sobre esta situación y recomendó a los usuarios cambiar las contraseñas generadas por los técnicos inmediatamente después de la instalación. Además, señaló que es importante vincular el acceso a correos electrónicos personales para reforzar la seguridad del sistema. “De lo contrario, cualquier individuo podría acceder a los movimientos registrados por las cámaras con intenciones desconocidas”, remarcó.
Divulgación de imágenes: un delito penal
La difusión de imágenes íntimas sin el consentimiento de las personas involucradas constituye un delito penal. En el caso de la pareja afectada, la investigación aún se encuentra en sus primeras etapas. Según informaron las autoridades, será necesaria una pericia informática para determinar cómo se vulneró el sistema y quiénes son los responsables. Esta diligencia requiere la autorización previa del juzgado.
Más allá del daño personal y emocional que genera la divulgación de imágenes privadas, este tipo de hechos también evidencian una falta de conocimiento en la gestión de dispositivos de seguridad. Expertos recomiendan que los propietarios de estos sistemas se informen adecuadamente y tomen medidas preventivas, como el cambio regular de contraseñas y la correcta configuración de los equipos.
Recomendaciones clave
1. Cambiar las contraseñas predefinidas del sistema de cámaras y del panel de administración.
2. Vincular el acceso del dispositivo a correos electrónicos personales.
3. Realizar revisiones periódicas de la configuración de seguridad.
4. Solicitar asesoramiento de profesionales en ciberseguridad.
Este caso sirve como un recordatorio sobre la importancia de proteger los sistemas de circuito cerrado, no solo para evitar el acceso no autorizado, sino también para resguardar la privacidad y la integridad de los usuarios. La seguridad de un hogar no debe limitarse a la instalación de dispositivos, sino también a la responsabilidad en su gestión.