Élida Favole, directora de Transparencia y Acceso a la Información Pública del Ministerio Público, informó que, además de los feminicidios consumados, se registraron 35 tentativas de este delito. Favole subrayó la necesidad de romper con los ciclos de violencia intrafamiliar, haciendo énfasis en que la reconciliación entre las parejas no es una solución viable en estos casos: “El agresor promete cambiar, convence a la víctima, y ella regresa al círculo de violencia”, advirtió.
El Ministerio Público inició 18 investigaciones relacionadas con feminicidios, uno de los cuales involucró a una joven que murió intentando proteger a su madre del agresor. Otro caso bajo investigación es el de una mujer cuyo agresor disparó contra su madre, provocando su muerte, mientras intentaba atacarla.
Los niños: víctimas invisibles de los feminicidios
De los 19 feminicidios registrados este año, 15 de las víctimas eran madres, lo que deja a 37 niños huérfanos. Estos niños, además de enfrentar la pérdida de su madre, quedan marcados por el trauma de la violencia extrema que presenciaron o de la que fueron víctimas indirectas. El impacto psicológico y emocional de estos hechos es profundo y duradero, dejando una huella que el Estado debe atender con urgencia.
Patrones de violencia y métodos empleados
La mayoría de estos crímenes ocurrieron en el entorno doméstico, en 16 de los casos las mujeres fueron asesinadas en sus propios hogares. Los métodos más comunes utilizados por los agresores fueron armas blancas (7 casos) y golpes (5 casos). En 5 de los crímenes, hubo un claro ensañamiento, con uno de los casos más extremos en el que la víctima fue apuñalada más de 40 veces.
Situación de los agresores
Hasta el momento, 14 de los agresores fueron imputados, 4 se suicidaron y uno sigue prófugo. En algunos casos, los perpetradores intentaron encubrir los crímenes simulando accidentes o causas naturales, pero las investigaciones forenses permitieron esclarecer la verdad detrás de las muertes.