Aunque comúnmente asociada al descanso y la relajación, diversos estudios destacan que su duración y el momento del día en que se realiza son clave para aprovechar al máximo sus efectos sin afectar el sueño nocturno.
¿Cuánto tiempo debe durar la siesta perfecta?
Expertos en sueño coinciden en que la siesta ideal no debe extenderse demasiado. Según la Sleep Foundation y estudios de la NASA, un descanso de entre 20 y 30 minutos es suficiente para mejorar la concentración, el estado de ánimo y el rendimiento cognitivo sin generar sensación de somnolencia al despertar. En particular, la NASA determinó que una siesta de 26 minutos puede aumentar el rendimiento en un 34% y el estado de alerta en un 54%.
Sin embargo, si el tiempo de descanso se prolonga más de 30 minutos, puede producirse la llamada inercia del sueño, una sensación de aturdimiento que dificulta la recuperación inmediata de la actividad.
Los especialistas diferencian tres tipos de siesta según su duración:
• Corta (15-30 minutos): Favorece la concentración y mejora el estado de ánimo sin alterar el sueño nocturno.
• Intermedia (40-60 minutos): Puede inducir un sueño profundo y provocar somnolencia al despertar.
• Larga (90 minutos): Permite completar un ciclo de sueño, incluyendo la fase REM, beneficiando la consolidación de la memoria.
No obstante, advierten que siestas prolongadas y frecuentes, superiores a 90 minutos, podrían estar relacionadas con problemas de salud como la hipertensión.
El mejor momento para dormir la siesta
El momento óptimo para una siesta revitalizante se encuentra entre las 13:00 y las 15:00 horas, coincidiendo con la disminución natural de energía que se produce después del almuerzo. En este período, los ritmos circadianos favorecen el descanso sin interferir en el sueño nocturno.
Claves para una siesta efectiva
Para potenciar sus beneficios, los especialistas recomiendan:
• Elegir un ambiente oscuro y silencioso.
• Mantener una temperatura agradable.
• Evitar interrupciones para favorecer la relajación.
Los múltiples beneficios de la siesta
Distintos estudios, como los realizados por la Universidad Nacional de Singapur, han demostrado que la siesta aporta numerosos beneficios a corto plazo, entre ellos:
• Mejora la memoria y el procesamiento de la información.
• Aumenta la agudeza mental y la capacidad de concentración.
• Optimiza el estado de ánimo y reduce el estrés.
• Favorece la creatividad y la resolución de problemas.
• Fortalece el sistema inmunológico y reduce el riesgo cardiovascular.
La siesta no es solo un placer, sino una herramienta poderosa para mejorar la productividad y el bienestar. La clave está en la moderación: un descanso breve en el horario adecuado puede convertirse en un gran aliado para la salud y el rendimiento diario.