La misma fue detenida en Jejuimi, cerca de Villa Ygatimi, acusada de ser la presunta jefa de sicarios de una organización criminal que operaba en la zona de Canindeyú. Vinculada al narcotraficante Felipe Santiago Acosta, alias Macho, uno de los criminales más buscados por la Policía Nacional, Hū habría liderado operaciones ilícitas, incluyendo la ejecución de homicidios y el tráfico de drogas.
Según el expediente judicial, “Macho” financia plantaciones de marihuana y el transporte aéreo de cocaína, mientras que Selva Hū actuaba como una colaboradora clave en la estructura criminal. La Fiscalía la acusa de ser la autora intelectual del asesinato de su propio padrastro, Pedro Fernández Martínez, ocurrido en noviembre de 2023 en la colonia Las Residentas, Curuguaty.
Además de su implicación en la muerte de su padrastro, se le atribuye la coordinación de otras ejecuciones en la región, fortaleciendo su reputación como una de las figuras más temidas en la zona. A pesar de estas acusaciones, su abogado, Édgar González, sostiene que Selva es una madre de familia que se dedicaba a la agricultura y la venta de ropas, como muchas personas de su comunidad.
Sin embargo, la investigación sostiene que la mujer no solo estaría involucrada en el sicariato, sino que también jugaba un papel crucial en la adquisición y tráfico de armas de fuego de grueso calibre, usadas para la seguridad de la organización y sus operaciones de narcotráfico. Además, se sospecha que mantenía relaciones con miembros de las fuerzas públicas, comprando protección e información a cambio de dinero.
Durante su detención, las autoridades encontraron en su vehículo tres armas: dos pistolas y un semifusil, lo que refuerza las sospechas sobre su papel en la organización de Acosta, quien ha sido señalado como el “patrón” del crimen organizado en la región.