19 abr. 2025

San Expedito: el santo de lo urgente, venerado por miles a pesar de su exclusión oficial

Cada 19 de abril, la fe de miles se concentra en una figura que, aunque no figura en la lista oficial de santos de la Iglesia Católica, sigue siendo símbolo de esperanza para causas urgentes e imposibles: San Expedito. Su historia mezcla tradición, fe y leyenda, y su devoción continúa creciendo en países como Paraguay y Argentina.

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Un comandante romano convertido en mártir

San Expedito fue un militar de alto rango en el ejército del Imperio Romano. Según la tradición, vivió entre los siglos III y IV y lideró la legión “Fulminata XII”, una fuerza de élite bajo el mando directo del emperador Diocleciano. Su rol era el de defender las fronteras del imperio, especialmente de las amenazas provenientes del este.

Su vida dio un giro trascendental cuando decidió abrazar el cristianismo, una religión que en ese entonces era duramente perseguida por el Estado. Su conversión, vista como un acto de traición, le valió la condena a muerte. Fue ejecutado el 19 de abril del año 303 en Melitene (actual Turquía), junto a otros compañeros de fe que también se negaron a rendir culto a los dioses paganos.

Una revelación divina y un mensaje urgente: “hoy”

Uno de los episodios más emblemáticos de la vida de San Expedito, y que da sentido a su rol como patrono de lo urgente, está cargado de simbolismo. Según la leyenda, en el momento de su conversión, un cuervo —representación del mal— apareció para tentarlo y postergar su decisión diciéndole “cras”, es decir, “mañana”. Expedito respondió “hodie” (“hoy”) y aplastó al ave con su pie, sellando así su compromiso con Dios en ese mismo instante.

Este acto de determinación convirtió a Expedito en una figura venerada por quienes necesitan respuestas rápidas, soluciones inmediatas o decisiones firmes ante momentos cruciales.

Patrono de los desesperados y protector de múltiples causas

Aunque no haya sido oficialmente canonizado, San Expedito es considerado por los fieles como un intercesor poderoso. Es llamado en momentos de angustia, procesos judiciales interminables, problemas económicos, enfermedades graves y otras situaciones en las que parece no haber salida.

Se lo asocia también con sectores específicos: militares, estudiantes, jóvenes, comerciantes, navegantes, e incluso trabajadores informáticos. Su imagen, representada por un soldado romano con una cruz en la mano con la palabra “hodie”, una palma de martirio y un cuervo a sus pies con la palabra “cras”, está cargada de simbolismo sobre la fe sin demora.

Devoción popular pese a la exclusión del martirologio

En 1906, el papa Pío X decidió excluir a San Expedito del Martirologio Romano —el catálogo oficial de santos de la Iglesia— por la falta de evidencias históricas que respalden su existencia. A pesar de eso, el culto a este mártir continuó creciendo, tolerado por la Iglesia en virtud de su arraigo popular.

Este fenómeno no es único. Existen otros casos de santos tradicionales cuya devoción persiste con fuerza, aunque no figuren en los registros oficiales, como Santa Brígida de Suecia o Santa Nicasia.

Una devoción creciente en Paraguay

En Paraguay, la fe en San Expedito va en aumento. Muchos colocan pasacalles, carteles, estampas y calcomanías con la frase “¡Gracias San Expedito por los favores recibidos!” en sus hogares, vehículos o negocios. En la ciudad de Limpio, específicamente en la zona de Piquete Cué, se construyó una capilla en su honor hace aproximadamente siete años. Cada 19 de abril, cientos de personas asisten a la misa oficiada por el sacerdote Ángel Arévalo, párroco de La Encarnación, a las 19:00.

Argentina es otro país donde la figura de San Expedito despierta una devoción multitudinaria. En la localidad de Bermejo, provincia de San Juan, se encuentra uno de sus santuarios más conocidos, visitado por miles de peregrinos cada año. En Buenos Aires, la parroquia Nuestra Señora de Balvanera también recibe fieles que se acercan a venerar su antigua imagen.

Una figura poderosa más allá del reconocimiento oficial

Aunque su nombre ya no figure entre los santos oficialmente reconocidos, San Expedito sigue siendo una fuente de esperanza para quienes enfrentan lo imposible. Su culto no ha sido prohibido por la Iglesia, y miles de personas alrededor del mundo siguen acudiendo a él, convencidos de su poder intercesor.

En tiempos de urgencia, cuando el tiempo apremia y las soluciones no llegan, hay quienes levantan la vista y pronuncian una sencilla pero sentida oración: “San Expedito, intercede por mí… hoy”.