Según un comunicado oficial emitido por la Cancillería venezolana, la medida responde directamente al respaldo manifestado por el presidente, Santiago Peña, hacia Edmundo González, líder opositor venezolano, a quien reconoció como presidente legítimo.
El apoyo de Peña, expresado tras una conversación sostenida con González, representa un abierto rechazo a los resultados oficiales de los comicios del 28 de julio, en los que el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, controlado por el chavismo, proclamó a Nicolás Maduro como ganador, sin ofrecer detalles sobre los resultados por estado o mesa electoral. Esta falta de transparencia fue señalada por varios gobiernos y organizaciones internacionales como un factor que deteriora aún más la legitimidad del proceso electoral en Venezuela.
Críticas internas a la postura del gobierno paraguayo
La posición asumida por el presidente Peña no solo generó reacciones en el ámbito internacional, sino que también desató críticas en Paraguay. El exsenador Hugo Estigarribia cuestionó la decisión calificándola de “oportunista” y enmarcada en un contexto de intereses políticos internacionales que habrían influido en el reconocimiento de González como presidente electo. Según Estigarribia, la postura del gobierno paraguayo evidencia “incoherencias y cambios de rumbo”, lo que pone en entredicho la consistencia de su manejo político.
Además, el exlegislador señaló que al haber reconocido a González, Peña enfrenta ahora la obligación de respaldar los resultados que eventualmente sean avalados por organismos internacionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA). Este escenario podría limitar su margen de acción y generar mayores tensiones en el plano diplomático con Caracas.
Consecuencias de la ruptura diplomática
La decisión de Venezuela de cortar vínculos con Paraguay amplifica un clima de aislamiento en el continente americano para Caracas. Este año, el gobierno de Maduro también rompió relaciones con Argentina, Chile, y Uruguay, entre otros países, luego de que estos rechazarán los resultados oficiales de las elecciones venezolanas.
Para Paraguay, el quiebre diplomático podría traducirse en complicaciones en su política exterior, afectando su capacidad para participar de manera activa en los debates sobre la situación venezolana. Asimismo, el alejamiento de Venezuela podría dificultar los esfuerzos de cooperación regional en un momento en que el continente enfrenta múltiples desafíos políticos, económicos y sociales.
Venezuela y los aliados que aún conserva
A pesar de las tensiones con varios países, Venezuela logró mantener relaciones con actores clave en la región, como Colombia y Brasil. La llegada de Gustavo Petro al poder en Colombia en 2022 y de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil en 2023 permitió que los vínculos con Caracas se fortalecieran después de años de distanciamiento.
Sin embargo, las relaciones con estos aliados no están exentas de dificultades. Las críticas de Petro y Lula hacia el gobierno de Maduro por las inhabilitaciones impuestas a opositores durante el proceso electoral de julio evidencian fisuras incluso entre sus aliados estratégicos.
En este complejo panorama, la postura asumida por Paraguay al reconocer a Edmundo González suma un nuevo elemento de tensión en la región, que podría influir en el reordenamiento de las alianzas diplomáticas y económicas en América Latina.