Riesgos para la infancia
La manipulación de artefactos pirotécnicos, como estrellitas, ajitos y fosforitos, puede provocar quemaduras graves en los niños. Las chispas emitidas por estos productos pueden incendiar la ropa y causar lesiones cutáneas irreversibles. Se recomienda que los menores no manipulen pirotecnia y que, en caso de uso, sea bajo la supervisión de adultos responsables y en condiciones seguras.
Impacto en personas con autismo
Las explosiones de fuegos artificiales afectan especialmente a las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), quienes suelen presentar hipersensibilidad auditiva. Los ruidos intensos pueden generarles estrés, ansiedad y comportamientos autolesivos. Es fundamental considerar alternativas de celebración que no incluyan pirotecnia sonora para garantizar su bienestar.
Consecuencias para los animales
Los animales domésticos y la fauna silvestre también sufren con la pirotecnia. El estruendo puede causarles miedo, estrés y, en casos extremos, la muerte. Las aves, por ejemplo, pueden abandonar sus nidos, lo que afecta su supervivencia. Es esencial proteger a las mascotas durante las festividades y optar por celebraciones que no perjudiquen a la fauna local.
Daños ambientales
La pirotecnia contribuye a la contaminación del aire, el agua y el suelo debido a los metales pesados y sustancias tóxicas que libera. Además, incrementa los niveles de ruido, afectando la calidad de vida de las personas y los ecosistemas. Reducir o eliminar el uso de fuegos artificiales es un paso hacia la protección del medio ambiente.
Alternativas seguras y responsables
Para celebrar de manera segura y consciente, se sugieren opciones como:
• Utilizar luces LED decorativas.
• Organizar espectáculos de luces sin sonido.
• Fomentar actividades culturales y recreativas que no impliquen el uso de pirotecnia.
Adoptar estas alternativas permite disfrutar de las festividades sin poner en riesgo la salud y el bienestar de la comunidad y el entorno.
Estadísticas del hospital del Trauma muestra el siguiente registro por traumatismo de mano por petardos
Año 2015: 24 casos, edad promedio de 6 a 51 años.
Año 2016: 21 casos, edad promedio de 5 a 34 años.
Año 2017: 23 casos, edad promedio de 3 a 53 años.
Año 2018: 17 casos, edad promedio de 3 a 60 años.
Año 2019: 9 casos, edad promedio de 5 a 73 años.
Año 2020: 7 casos, edad promedio de 8 a 56 años.
Año 2021: 9 casos, edad promedio de 8 a 21 años.
Año 2022: 4 casos, edad promedio de 4 a 35 años.
En lo que va del año 2023, este servicio registró a un afectado, de 27 años de edad.