Mientras, unas de las mejores costumbres que como paraguayos es reunirnos en familia para recibir la Navidad y el Año Nuevo, lastimosamente otros tienen la manía de “celebrar” estas fechas de manera irresponsable, como realizando disparos al aire con armas de fuego.
Dicho actuar, suele incluso hasta resultar fatal para terceros, en su mayoría niños que son alcanzados por la balas perdidas. “Realizar disparos al aire puede traer graves consecuencias, desde una lesión grave, hasta un homicidio”, explica el representante del Ministerio Público, el fiscal Alcides Corvalan, de la Unidad Especializada en Seguridad y Convivencia de las personas, en una publicación en el portal del ente estatal.
Por ello, es sumamente importante recalcar que el artículo 203 del Código Penal paraguayo, hace alusión a la producción de riesgos comunes, en concordancia con la ley de armas 4036/10, en su inciso castiga el hecho de disparar al aire en cercanías de zonas pobladas.
Por ende, quienes lleven a cabo semejante irresponsabilidad, directamente se exponen a 5 años de cárcel, como mínimo. En años anteriores ya se registraron casos de balas perdidas con víctimas fatales, por ello, el urgimiento en evitar nuevos casos en estas fiestas.
Según estudios realizados, aunque la velocidad de una bala que cae es más baja que la de una que acaba de ser disparada, es igualmente suficientemente rápida como para ser fatal si impacta en una persona.
Por ejemplo, una ráfaga de calibre 30 puede alcanzar velocidades terminales de 91 metros por segundo durante su caída. Los mismos estudios indican que una velocidad de 61 metros por segundo, es suficiente como para penetrar un cráneo humano.
Una bala perdida en la cabeza puede provocar una lesión cerebral traumática conocida en la medicina como TBI, y puede ir moderada a grave y causar daños en el cerebro, cráneo, columna vertebral, ojos y vasos sanguíneos.
La magnitud del daño depende de la localización de la lesión y de la velocidad, incluso, el tipo de bala. Una lesión cerebral traumática más grave puede provocar síntomas físicos y psicológicos graves, coma e incluso la muerte.