19 abr. 2025

Merienda escolar: ¿qué es saludable y qué no?

La alimentación de los niños en edad escolar juega un papel muy importante en su desarrollo físico y mental. Uno de los momentos más importantes del día es el recreo, cuando necesitan reponer energía con una merienda adecuada. Sin embargo, muchas veces las opciones que llevan a la escuela no son las más saludables.

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Para conocer qué alimentos son recomendables y cuáles deben evitarse, consultamos con la Lic. en Nutrición Ana Gómez, quien nos brinda consejos sobre cómo preparar meriendas equilibradas sin gastar de más.

¿Por qué es importante la merienda escolar?

“La merienda no solo aporta la energía necesaria para que los niños se mantengan activos, sino que también ayuda a evitar la fatiga y mejorar la concentración en clase”, explica la nutricionista.

Cuando los niños pasan muchas horas sin comer, su rendimiento escolar puede verse afectado. “Si un niño desayuna temprano y no come nada hasta el almuerzo, es probable que se sienta cansado, irritable y con poca capacidad de atención”, agrega.

¿Cuáles son los alimentos más recomendables para la merienda escolar?

Gómez recomienda optar por alimentos naturales y nutritivos, que brinden energía de manera sostenida y eviten los picos de azúcar en la sangre. Algunas opciones saludables son:

• Frutas frescas (manzana, banana, uvas, naranja, pera) o frutas deshidratadas sin azúcar añadida.

• Yogur natural o bebible sin azúcar, que aporta proteínas y calcio.

• Frutos secos y semillas (almendras, nueces, maní, chía o girasol), ideales para niños mayores de 5 años, ya que pueden representar riesgo de atragantamiento en los más pequeños.

• Sándwiches caseros con pan integral, queso y jamón natural.

• Galletas caseras hechas con avena o harina integral, con poco azúcar.

• Barras de cereales caseras con avena, miel y frutos secos.

“El secreto está en buscar opciones que sean prácticas y saludables. Los niños necesitan alimentos que les den energía sin afectar su salud a largo plazo”, destaca la nutricionista.

¿Y qué alimentos deberían evitarse?

El problema surge cuando la merienda se basa en productos ultraprocesados, que tienen exceso de azúcar, sodio y grasas saturadas. Según Gómez, estos son algunos de los alimentos menos recomendables:

• Galletitas rellenas y productos de panadería industrial, que contienen grasas trans y conservantes.

• Jugos en caja y gaseosas, que pueden tener hasta 10 cucharaditas de azúcar por porción.

• Golosinas y chocolates, que aportan muchas calorías vacías sin nutrientes esenciales.

• Snacks salados, como papas fritas y palitos salados, que contienen alto sodio y grasas saturadas.

• Embutidos procesados, como mortadela y panchos, que suelen tener aditivos poco saludables.

“Si un niño consume estos productos de manera frecuente, puede desarrollar hábitos poco saludables desde temprana edad, lo que aumenta el riesgo de sobrepeso, obesidad y enfermedades metabólicas en el futuro”, advierte la nutricionista.

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Impacto de una mala alimentación en el rendimiento escolar

Una merienda inadecuada no solo afecta la salud de los niños, sino también su desempeño académico. “Cuando consumen productos con mucha azúcar, su energía sube rápido, pero luego tienen un bajón que los hace sentir cansados y desconcentrados”, explica Gómez.

Además, el exceso de azúcar puede generar dependencia, haciendo que los niños prefieran siempre alimentos dulces y rechacen opciones más saludables.

¿Cómo preparar una merienda saludable sin gastar de más?

Muchos padres creen que comer sano es costoso, pero la nutricionista señala que hay formas accesibles de preparar meriendas equilibradas:

• Comprar frutas de estación, que suelen ser más económicas.

• Hacer yogur casero o comprar en presentaciones grandes y dividir en porciones individuales.

• Preparar galletas o barras de cereales en casa, evitando conservantes y azúcares añadidos.

• Usar envases reutilizables, como termos y tapers, para llevar agua o jugos naturales sin gastar en productos industriales.

“La clave está en la planificación. Si los padres se organizan, pueden ofrecer a sus hijos opciones ricas, nutritivas y accesibles”, concluye Gómez.

La merienda escolar es una excelente oportunidad para fomentar hábitos saludables desde la infancia.