Según datos proveídos recientemente por el Ministerio Público, en lo que va del 2024 se produjeron un total de 21 casos de feminicidio, mismos que arrojan como víctimas colaterales a 63 huérfanos, de los cuales 33 son menores de edad.
Por otro lado, 18 de estos casos fueron cometidos en viviendas, mientras que 4 se produjeron en la vía pública. Igualmente, los números muestran que domingos y lunes, son los días en que mayormente se dan estos hechos, ya que 10 de ellos se registraron en esos días.
Edad de las víctimas y vínculos con sus agresores
En cuanto al promedio de edad de las mujeres que fueron víctimas de feminicidio, las mismas tenían entre 14 y 73 años. A su vez, 13 de los atacantes eran pareja de sus víctimas, 5 eran expareja, y 1 era yerno, 1 era novio y 1 el papá.
Otro dato dado a conocer es que de entre los 20 casos, 9 fueron cometidos con arma blanca, 4 con arma de fuego, y 7 mediante traumatismo por golpes.
Hombres inseguros de su masculinidad
En contacto con Eduardo Bieber, psicólogo forense y docente, el mismo se encargó de interpretar estos escalofriantes números. Por ende, mencionó algunos factores que llevan a los hombres, a cometer feminicidio.
“Generalmente son hombres que tienen problemas con el control de los impulsos, sumada a una dependencia emocional de la pareja y celos anormales”, explicó.
Igualmente, agregando que se trata de “hombres con pocas habilidades sociales para resolver conflictos, inseguros de su masculinidad. Y otros tienen trastornos mentales como narcisismo grave, psicopatía, delirios de celos”.
“Además, intervienen factores biológicos, de personalidad, sociales y culturales”, continuó. Y obviamente, muchas veces, o casi siempre, está presente el consumo de alcohol, cómo detonante.
“Son hombres con pocas habilidades sociales para resolver conflictos, inseguros de su masculinidad. Y otros tienen trastornos mentales como narcisismo grave, psicopatía, delirios de celos”
El violento familiar, ¿puede sanar?
Finalmente, ante la pregunta de si un hombre violento, puede de alguna manera enderezarse, o definitivamente conviene alejarse del mismo, el profesional mencionó dos condiciones.
“Está demostrado que si el violento familiar se llega a tratar su salud mental, puede dejar de ser violento. Pero, en caso de que tenga trastornos mentales graves cómo narcisismo, paranoia y psicopatía, el panorama es más complicado”.