30 dic. 2024

Impactantes secuelas de la bajante del Río

El tránsito de camiones en el Puente Internacional de la Amistad, que une Paraguay con Brasil, registra un aumento significativo debido a la pronunciada bajante de los ríos Paraguay y Paraná.

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Lo que antes eran aproximadamente 600 camiones diarios cruzando por esta conexión ahora se ha elevado a 1.200, y se espera que el número continúe subiendo, alcanzando potencialmente los 2.000 en los próximos días.

Este aumento genera malestar entre los sectores comerciales y los taxistas de Ciudad del Este, quienes ven sus actividades interrumpidas por el exceso de camiones. La baja navegabilidad de los ríos ha forzado a los transportistas a recurrir al puente como principal vía de traslado, generando atascos y complicaciones en el tráfico fronterizo.

Impacto Laboral: 1.000 trabajadores afectados por la crisis de navegación

La baja en los niveles de agua de los ríos no solo afecta el comercio, sino también el empleo. La crisis de navegabilidad golpea duramente al sector fluvial, obligando a las empresas navieras a detener sus operaciones y desvincular a más de 1.000 trabajadores, muchos de los cuales se encuentran ahora suspendidos o desempleados sin ningún tipo de compensación económica.

Juan Ramón Apodaca, presidente de la Asociación de Trabajadores Fluviomarítimos del Paraguay, explicó que la paralización de la actividad naviera ha tenido un impacto devastador. Las embarcaciones de gran calado fueron detenidas debido a la falta de profundidad en las vías fluviales, y el 50% de los contratos laborales fueron suspendidos, dejando a cientos de familias en una situación desesperante, sin ingresos ni apoyo estatal.

Apodaca subrayó que, a diferencia de los pescadores, los trabajadores del sector naviero no reciben ningún tipo de ayuda gubernamental en situaciones de crisis natural como la que están enfrentando. Esta falta de respaldo estatal agrava la difícil situación de los empleados, cuyas familias dependen exclusivamente de estos ingresos para su sustento.

La crisis de navegabilidad no solo afecta a los trabajadores, sino también a las empresas de importación y exportación, que ven drásticamente reducidas sus operaciones fluviales, lo que supone un duro golpe para la economía del país.