Elvio Acosta, ex policía y chofer del General Francisco Brítez Borges y también del dictador Alfredo Stroessner en algunas ocasiones, dejó su testimonio en entrevista con El Trece. A 23 años del fin de la dictadura, lo que era un mito urbano adquiere un carácter real, tan dramático como terrible.
Según declaraciones de Acosta, Stroessner se bañaba con sangre de niños secuestrados en el interior del país como tratamiento para una enfermedad de la piel, que sería la lepra. Vea la entrevista aquí.