13 mar. 2025

Etapa sensible: Las crisis en una mujer tras aceptar que sufrió un “embarazo fantasma”

En toda mujer, la dicha de saber que se encuentra en cinta es enorme, pero aquella que sufrió un embarazo psicológico y cayó en la realidad de que realmente no habrá bebé, generalmente la ingresa a una fase complicada. Una profesional explica lo que sucede en dicha etapa.

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En una nota anterior, explicamos de qué manera se da un embarazo psicológico o pseudociesis, explicando incluso que se trata de una fuerte conexión entre mente y cuerpo, razón por la cual, en las mujeres con dicho trastorno se dan hasta cambios hormonales característicos de un embarazo real.

Ahora, es igualmente importante hablar del embate psicológico por el cual suele atravesar una mujer, a partir de aceptar la verdadera realidad de que no se encuentra en cinta y que, todo aquello por lo que pasó, fue solo producto de su mente.

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“Es muy necesario que una mujer que sufrió un embarazo psicológico, embarazo nervioso, falso embarazo o embarazo fantasma, reciba ayuda, que haga psicoterapia y que siga tratamientos recomendables”, es lo que empieza explicando Ruth Fleitas, psicóloga clínica.

La profesional, comentó además que “en el momento en que admite no estar embarazada, también es un momento importante de crisis que, en algunos casos incluso puede encaminarse a una depresión o hacia un cuadro psicótico”.

En otras palabras, esa repercusión del no embarazo, hace que la mujer ingrese en un estado de agitación mental donde las defensas no siempre van a ser suficientes para poder mantener ese equilibrio.

Las razones que suelen llevar a un embarazo psicológico
-Para agradar al marido
-Para reestablecer relaciones conyugales
-Para convertirse en el centro de interés
-Por temor a quedar embarazada (en el caso de las adolescentes)

“Estas mujeres, al conocer la noticia de su no embarazo muchas veces se aíslan y, al volver indican que el niño ha muerto, que ha desaparecido”, continuó la psicóloga.

Cómo tratar la situación
La intervención debe ser propia de un cuadro delirante, asegura la entrevistada, pues se debe trabajar desde el punto de vista psicológico de la realidad y aceptación, pero no de manera súbita. “Tiene que ser de manera gradual, según como el sujeto vaya metabolizando la diferencia entre lo que desea y lo que realmente ocurre”.

“Debe ser una psicoterapia muy especializada, por eso se menciona que el trabajo de los ginecólogos debe ser importante, tienen que estar preparados, acompañar todo esto y realizar un trabajo interdisciplinario. Acá hay más un trabajo psíquico que médico; es un trabajo psiquiátrico y psicoterapeutico”, cerró.