Este fenómeno, poco frecuente, puede generar síntomas tanto emocionales como físicos, que simulan los de un embarazo real.
“Ya el cuerpo llega a acompañar la patología. Todo el nivel emocional se traduce incluso a nivel físico”, explica la psicóloga Fiorella Vacotti. Según la especialista, el embarazo psicológico puede ser compatible con situaciones en las que la mujer tiene un deseo profundo de quedar embarazada, experimentó una pérdida previa o enfrenta una imposibilidad para concebir. También puede presentarse en casos de miedo extremo a un posible embarazo tras mantener relaciones sexuales.
¿Cómo se manifiesta?
Los síntomas de un embarazo psicológico son similares a los de un embarazo real:
• Ausencia del periodo menstrual.
• Crecimiento del abdomen.
• Náuseas y vómitos.
• Sensación de movimientos fetales.
• Producción de leche en los senos.
“El cuerpo acompaña lo que la mente cree. Cuando la mujer se convence de que está embarazada, el cuerpo responde con cambios físicos reales”, señala Vacotti.
En algunos casos, las mujeres llegan a comprar ropa o accesorios para el bebé, organizar baby showers y realizar preparativos propios de un embarazo.
El caso de Caacupé
Recientemente, una joven de 22 años denunció la supuesta desaparición de sus gemelos en el Hospital Nacional de Itauguá. Según Vacotti, este caso presenta características compatibles con un embarazo psicológico. Tras varios chequeos médicos, se confirmó que la mujer no estaba embarazada, lo que genera dudas sobre las circunstancias que la llevaron a creer en su estado.
“Es probable que la mujer estuviera atravesando un deseo intenso de ser madre, un duelo no resuelto o incluso secuelas de una depresión posparto no tratada, si es que hubo un embarazo anterior. Es fundamental un acompañamiento psicológico en estas situaciones”, destacó la especialista.
¿Cómo se trata?
El tratamiento del embarazo psicológico requiere atención psicológica especializada y el apoyo cercano del entorno. Reconocer la condición y trabajar en las emociones subyacentes, como el miedo, el duelo o los deseos no satisfechos, es clave para la recuperación.
Si bien es un trastorno poco frecuente, el embarazo psicológico evidencia la fuerte conexión entre las emociones y el cuerpo, subrayando la importancia de la salud mental en el bienestar general de las personas.