Sin embargo, la nutricionista Liz Barboza advierte sobre los riesgos de los excesos alimentarios, especialmente en personas con condiciones crónicas como la diabetes, y llama a mantener un equilibrio entre el disfrute gastronómico y el cuidado de la salud.
Preparar con conciencia, no con exceso
Durante esta festividad religiosa, la costumbre de cocinar en grandes cantidades —especialmente alimentos a base de almidón y queso— se mantiene vigente. Chipa, sopa paraguaya, chipa guasu y mbeju son algunas de las preparaciones más comunes. A esto se suman postres típicos como la rosca y los huevos de Pascua, que incrementan significativamente el aporte de carbohidratos y azúcares.
La especialista sugiere que, para quienes no presentan complicaciones médicas, se puede disfrutar de estos platos sin culpa, pero siempre con moderación. “No hay Semana Santa sin chipa en Paraguay, es parte de nuestra cultura. Pero si uno tiene antecedentes o enfermedades como la diabetes, debe ser aún más cuidadoso con las porciones”, explicó.
El debate sobre las grasas: ¿cuál es mejor?
Uno de los puntos que destacó la profesional fue el tipo de grasa utilizada en las recetas tradicionales. Según Barboza, a la hora de elegir entre manteca vegetal y grasa animal, esta última —particularmente la grasa de cerdo— resulta una opción más natural y menos procesada.
“Desde un punto de vista nutricional, la grasa de cerdo tiene ventajas sobre los aceites vegetales industrializados. Es importante usar ingredientes de calidad, pero siempre en cantidades adecuadas”, remarcó.
Actividad física y buena hidratación, aliados clave
Ante la ingesta calórica elevada que suelen implicar estos días festivos, Barboza recomienda aprovechar el feriado largo para realizar caminatas u otras actividades físicas ligeras, a fin de contrarrestar los efectos de los carbohidratos y evitar subidas de triglicéridos. A su vez, recalcó la importancia de mantenerse bien hidratado, consumiendo entre seis a ocho vasos de agua al día y reduciendo el consumo de bebidas azucaradas.
Peligros para diabéticos: una chipa puede ser una amenaza
Para las personas con diabetes, la Semana Santa puede representar un verdadero desafío. La nutricionista explicó que alimentos como la chipa, ricos en almidón, sal y en algunos casos azúcar, pueden provocar un aumento abrupto de la glucosa en sangre. “En pacientes diabéticos, una chipa puede significar una visita al hospital”, advirtió.
Asimismo, alertó sobre el consumo de productos rotulados como “dietéticos” o “fit”, ya que muchas veces su presentación puede ser engañosa. “Lo más importante es revisar los aportes nutricionales, en especial los carbohidratos. No existen productos mágicos, hay que saber interpretar las etiquetas”, afirmó.
Conclusión: equilibrio entre tradición y bienestar
La Semana Santa es una oportunidad para compartir en familia y honrar las tradiciones, pero también debe ser un momento para cuidar el cuerpo. Disfrutar de los sabores típicos no está reñido con la salud, siempre y cuando se mantenga el control en las cantidades y se acompañe con hábitos saludables, acotó.