En medio de especulaciones y nombres que comienzan a sonar con fuerza, Paraguay también tendrá un rol clave e histórico: por primera vez, un cardenal paraguayo participará como elector en la elección del nuevo Papa.
Se trata de Adalberto Martínez, arzobispo de Asunción, quien fue creado cardenal en agosto de 2022 por el propio Francisco. Con 72 años, está habilitado para votar en el cónclave y ya se prepara para viajar al Vaticano. Su participación representa un hecho sin precedentes para la Iglesia paraguaya y para el país, que nunca antes había tenido voz directa en una decisión de esta magnitud.
“El cardenal está organizando su partida en los próximos días”, confirmó el padre Francisco Ocampo, asesor de comunicación del Arzobispado. “Estará presente en el cónclave, representando a Paraguay y a toda América Latina. Es una bendición y una gran responsabilidad”, agregó.
Los posibles sucesores: entre la continuidad y el giro conservador
A medida que se activa el protocolo de sede vacante, crecen las especulaciones sobre quién podría suceder al papa Francisco. La elección no será sencilla: el nuevo pontífice deberá responder a desafíos como el avance de la secularización, los abusos dentro de la Iglesia, el papel de las mujeres y el rol del catolicismo en un mundo convulsionado.
Entre los nombres que suenan con más fuerza se encuentra el italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano, conocido por su experiencia diplomática y su cercanía con Francisco. Representa una línea de continuidad con el papado saliente.
Otro de los candidatos más mencionados es el húngaro Péter Erdő, con un perfil más conservador y respaldo en sectores tradicionales de la Iglesia. También figura en la lista el filipino Luis Antonio Tagle, muy cercano a Francisco, con fuerte carisma, enfoque pastoral y proyección internacional.
Desde África, ganan relevancia los nombres de Fridolin Ambongo Besungu, de República Democrática del Congo, y Peter Ebere Okpaleke, de Nigeria, en un contexto en que la Iglesia africana crece tanto en número de fieles como en influencia.
En Europa, también se menciona a Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, vinculado a la comunidad de San Egidio, con un enfoque pastoral fuerte, compromiso social y una visión de Iglesia inclusiva, que lo posiciona como uno de los favoritos del ala progresista.
El voto paraguayo y su peso simbólico
Si bien el cardenal Adalberto Martínez no figura entre los llamados “papables”, su presencia en el cónclave tiene un valor simbólico profundo. Es la primera vez que Paraguay participa de manera activa en la elección del Papa, y su voto representará no solo a la Iglesia paraguaya, sino a la realidad y espiritualidad de una región históricamente relegada en la toma de decisiones eclesiales.
“El papa Francisco le dio mucho a Paraguay, y una de esas cosas fue hacernos parte de esta historia”, dijo Ocampo. “El hecho de que hoy tengamos un cardenal en el cónclave es resultado directo de esa mirada latinoamericana que él siempre defendió”.
Durante el cónclave, que se celebrará en la Capilla Sixtina, los cardenales estarán completamente aislados del exterior hasta llegar al consenso necesario. Se requiere una mayoría de dos tercios para elegir al nuevo pontífice. El mundo entero estará pendiente de la tradicional fumata blanca que anunciará al nuevo líder de la Iglesia Católica.
Una voz paraguaya en una decisión global
El futuro de la Iglesia está por definirse, y en esa decisión histórica estará presente una voz paraguaya. Aunque no sea protagonista en los titulares como posible Papa, el cardenal Adalberto Martínez forma parte de los 138 electores que tienen en sus manos una de las decisiones más trascendentales del mundo religioso.
Paraguay, por primera vez, tendrá una silla en esa mesa.