Carmen Castillo, licenciada nutricionista, en contacto con este medio habló de que la mala alimentación, generalmente parte del estilo de vida acelerada que llevamos, comiendo lo rápido, lo menos saludable.
“Hoy día, uno de los factores para una mala alimentación y malas decisiones a la hora de elegir nuestros alimentos, es el apuro sostenido, se come deprisa”, comentó.
La misma, agregó que esto tiene mucho que ver con el tiempo que se dedica a la preparación de los alimentos, que muchas veces prevalece sobre la calidad nutricional de lo que se prepara, como cocinar a altas temperaturas para acabar antes, abusar de los fritos, incluso sin renovar convenientemente el aceite.
“Comer todos los días fuera de casa a causa del trabajo también conlleva a malos hábitos como por ejemplo abusar de la comida rápida, pasar demasiado tiempo sin comer, eliminar alguna de las comidas fundamentales, comer sin sentarse, comer a deshoras, cenas demasiado abundantes, etc.”, agregó.
¿Dónde iniciamos una buena Alimentación?
Para Castillo, inculcar a los niños prácticas de buena alimentación es primordial. “Una manera dinámica para inculcar a los niños a una buena alimentación podría ser llevarlos de compras, pedirles que elijan las frutas y vegetales, y explicarles para que es buena cierta fruta o vegetal y en que los ayudaría si los consumiesen”.
Y muchos se preguntaran como mantener esa relación sana del Niño vs Alimento, según la profesional debemos evitar incentivar a los niños con premios de alimentos poco saludables. Tampoco se recomienda prohibir ciertos alimentos como las golosinas, ya que esto podría ocasionar un efecto contrario a evitar su consumo, si no que fomentaríamos más sus ganas de adquirirlas.
“Una manera dinámica para inculcar a los niños a una buena alimentación podría ser llevarlos de compras, pedirles que elijan las frutas y vegetales, y explicarles para que es buena cierta fruta o vegetal y en que los ayudaría si los consumiesen”
“Más bien podríamos reducir las porciones y enseñar que esos alimentos se deben consumir con menor frecuencia, ya que son poco sanos para su salud, que entiendan la diferencia de elegir un alimento con azúcar natural como la fruta, en lugar de un alimento procesado como los cereales con azucares añadidos”.
Por otro lado, es importante manejar que los niños en edad de crecimiento imitan a los mayores, por lo que, lo mejor es comer en familia, “con abundantes vegetales y frutas frescas, demostrando así que nos gustan y de esa manera poder influir en la visión que tienen por cada alimento”.
La cantidad puede medirse con una mano
Por último, la también nutricionista deportiva, dejó un tip bastante fácil para tener una idea de la cantidad de alimento a consumir, especialmente en relación a niños, pues es sabido que comer en exceso puede provocar en ello un fácil aumento de peso.
“Podemos hacerlo utilizando señales visuales; como ejemplo tendríamos el puño cerrado para alimentos tales como los cereales y pasta, la palma de la mano seria la ración de los distintos cortes carnes, y la punta del pulgar para las grasas. Los niños tienen una capacidad innata para adaptar su alimentación a sus necesidades”, finalizó.