20 dic. 2024

“De luna de miel”: La peligrosa fase a la que ingresa el 90 % de las mujeres con relaciones conflictivas

Según una psicoterapeuta, que trabaja con casos de violencia intrafamiliar, cerca del 100 % de las mujeres víctimas de violencia, ingresan al círculo de golpes, denuncias y perdón con sus agresores, fase que el Ministerio de la Mujer menciona como “fase de luna de miel”.

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Un nuevo intento de feminicidio se registró recientemente en Concepción, con un hombre de 44 años que intentó asesinar a su expareja, de 19 años, quien terminó con cortes graves en el cuello.

Este tipo de casos ha ido en 2024, lo que demuestra que las mujeres víctimas de violencia, llegan en su gran mayoría, hasta las últimas instancias, sufriendo golpes y quedando al borde de la muerte. De hecho, en el año se registraron 29 casos de feminicidio, con 61 hijos huérfanos y 49 tentativas.

Según el Ministerio de la Mujer, existen tres fases que hacen al círculo de la violencia contra la Mujer, que son: la fase 1 (de acumulación de tensión) de roces permanentes, la fase 2 (de explosión) con los primeros episodios de golpes, y la fase 3 (de luna de miel) cuando la mujer denuncia y perdona a su agresor, una y otra vez.

Precisamente, enfocándonos en la última y más preocupante fase “De Luna de Miel”, por caracterizarse por golpes y perdones, en contacto con la doctora Celsa Vera, profesional en psicología, ofreció más detalles al respecto.

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“La situación de una mujer que llega a un punto crítico en una relación abusiva es compleja y multifacética. En la mayoría, el 90 % de mujeres en situación de violencia llegan a esta fase, es decir, recorren el ciclo del maltrato una y otra vez. Se da a causa de una combinación de factores psicológicos, emocionales y sociales”, aseguró.

Factores Psicológicos y Emocionales
-Ciclo de la Violencia: Muchas mujeres experimentan el ciclo de la violencia, que incluye fases de tensión, incidente violento, reconciliación y calma aparente. Este ciclo puede crear una dependencia emocional y una esperanza de cambio.

-Autoestima Baja: La violencia y el abuso constante pueden erosionar la autoestima de una mujer, haciéndola sentir que no merece algo mejor.

-Miedo y Amenazas: El miedo a represalias, amenazas de más violencia o incluso amenazas hacia sus seres queridos puede mantener a una mujer en una relación abusiva.

-Aislamiento: Los abusadores a menudo aíslan a sus víctimas de amigos y familiares, lo que reduce su red de apoyo y aumenta su dependencia del abusador.

“Es crucial que las mujeres en estas situaciones reciban apoyo y recursos adecuados para poder salir de la relación abusiva y reconstruir su vida”
Celsa Vera, psicóloga

Factores Sociales y Culturales
-Dependencia Económica: La falta de independencia económica puede hacer que una mujer sienta que no tiene opciones fuera de la relación abusiva.

-Estigma Social: El miedo al estigma y al juicio social puede impedir que una mujer busque ayuda o abandone la relación.

Percepción de la Realidad
La doctora, explicó además que, una mujer que ingresa a la fase de “luna de miel” con su relación, no precisamente ha perdido su capacidad de percepción de la realidad.

“No es que las mujeres en estas situaciones no perciban su realidad, sino que su percepción puede estar distorsionada por el abuso constante y la manipulación emocional. El abuso puede llevar a una forma de ´ceguera emocional´, donde la víctima minimiza o racionaliza el comportamiento del abusador”.

Dentro de dicha fase, se da algo que se conoce como fase de enamoramiento, donde el abusador puede mostrar comportamientos encantadores y amorosos, lo que puede confundir a la víctima y hacer que sea más difícil reconocer los signos de abuso. “Esta fase puede crear un vínculo emocional fuerte que es difícil de romper, incluso cuando la violencia se hace evidente”, añadió.

Familiares y amigos, pueden ser los salvavidas
“Es crucial que las mujeres en estas situaciones reciban apoyo y recursos adecuados para poder salir de la relación abusiva y reconstruir su vida. La intervención de profesionales de la salud mental, así como el apoyo de amigos y familiares, puede ser vital en este proceso”.

Comentó además que, los amigos deben estar para esa persona, pero no será fácil, ya que lo evidente para el entorno no lo es para las víctimas. Escucharlas y darles el respeto que merecen, será muy importante.

“Como profesional, se trabaja de la mirada de desigualdad ente hombre y mujer. La tarea primordial es empoderarlas para que tomen decisiones ante la situación vivenciada, así mismo, ese empoderamiento la llevará salir del ciclo del violencia en que vive”, finalizó.