06 ene. 2025

Consumo continuo de Ibuprofeno puede dañar el intestino, alertan gastroenterólogos

Al venderse sin receta, diversos antiinflamatorios como el ibuprofeno y la aspirina son sumamente consumidos para contrarrestar cualquier tipo de dolor. Lo que muy pocos saben es que la toma constante de estos, aumenta la permeabilidad intestinal y hasta puede causar úlceras.

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El periódico estadounidense The Washington Post, recientemente presentó un informe periodístico haciendo referencia a los medicamentos como el ibuprofeno, que pueden dañar nuestro revestimiento intestinal.

La nota menciona entre otras cosas que, muchos medicamentos antiinflamatorios no esteroides conocidos con las siglas AINE, como el ibuprofeno, el naproxeno y la aspirina, se venden sin receta, lo que significa que las personas toman decisiones médicas sobre ellos sin la guía de un médico, especialmente cuando se tiene un dolor agudo de cabeza, muelas o de espalda.

“Si se usan con regularidad, como varias veces al mes o más, se sabe que los AINE aumentan la permeabilidad intestinal. En otras palabras, los AINE pueden dañar el revestimiento de nuestros intestinos”, asegura el texto.

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No recomendable
Sobre el mismo tema, este medio contactó con el gastroenterólogo Elías Moran González, quien fue contundente al decir que no recomienda el uso exagerado del ibuprofeno y similares.

“Como gastroenterólogo, no recomiendo el uso prolongado o sin supervisión médica de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), ya que pueden dañar la salud digestiva, causando desde úlceras y erosiones hasta sangrado gastrointestinal”, empezó comentando.

Según el profesional, las mencionadas complicaciones intestinales por abuso de dichos medicamente: “ocurre porque los AINEs bloquean las prostaglandinas, sustancias que protegen la mucosa del estómago e intestinos al estimular la producción de moco y bicarbonato y mantener el flujo sanguíneo en la mucosa. Sin estas defensas, el ácido gástrico puede dañar el revestimiento del sistema digestivo, provocando molestias como acidez o dolor abdominal, y en casos graves, sangrado”.

Por ello, su uso debe ser siempre bajo supervisión médica y, de ser necesario, valorar el acompañamiento con medicación que atenúen sus síntomas .

“Como gastroenterólogo, no recomiendo el uso prolongado o sin supervisión médica de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), ya que pueden dañar la salud digestiva, causando desde úlceras y erosiones hasta sangrado gastrointestinal”
Elías Moran González, gastroenterólogo

Por su parte, Enrique Basili, Hepato-gastroenterólogo, también mencionó otro fármaco muy conocido, la aspirina. “La aspirina es eficaz para las mismas indicaciones (que el Ibuprofeno, Diclofenac y otros AINEs) y a dosis bajas actúa reduciendo la formación de coágulos en la sangre, siendo por ello, importante en la prevención de infartos o accidentes cerebro-vasculares isquémicos (derrames) en pacientes de riesgo”.

Pero, es igualmente su uso excesivo (aspirina) lo que puede ser peligroso. “Sin embargo, estos fármacos pueden presentar efectos adversos varios dependiendo de la dosis, de la idiosincrasia o de la genética del metabolismo del paciente. Hay pacientes que rápidamente se complican incluso con dosis relativamente bajas y otros mucho más resistentes”.

“A nivel del aparato digestivo alto pueden provocar gastritis medicamentosas y ulceras que pueden complicarse con sangrados pudiendo ser graves en ocasiones”
Enrique Basili, Hepato-gastroenterólogo

Otras complicaciones
“A nivel del aparato digestivo alto pueden provocar gastritis medicamentosas y ulceras que pueden complicarse con sangrados pudiendo ser graves en ocasiones. En el intestino delgado y colon pueden igualmente provocar lesiones (erosiones y ulceras) y llegar a ocasionar hemorragias de divertículos del colon”, agregó el doctor Basili.

Recomendación de profesionales
-No automedicarse (salvo ingesta ocasional)

-Tomar “protectores” gástricos: en caso de medicación a dosis plena por varios días, en caso de antecedentes de gastritis o ulceras gastro-duodenales o de ingesta concomitante junto a otros fármacos agresivos para el aparato digestivo. Estos protectores gástricos protegen al estómago y duodeno pero no al resto del intestino delgado y colon.