La fecha conmemora el “nacimiento en el cielo” de María Felicia de Jesús Sacramentado, conocida popularmente como Chiquitunga, la primera beata del Paraguay.
El anuncio había sido realizado tras la ceremonia de beatificación que tuvo lugar en La Nueva Olla, en barrio Obrero - Asunción. El acto histórico reunió a decenas de miles de fieles que presenciaron el momento en que Chiquitunga fue oficialmente reconocida como beata de la Iglesia Católica, un paso previo al proceso de canonización.
En su carta, firmada el 12 de junio de 2018, el papa Francisco destacó que María Felicia “recorrió el arduo camino de la perfección evangélica consagrándose totalmente al Señor con alma generosa”. Basándose en el pedido de Edmundo Ponciano Valenzuela, arzobispo metropolitano de la Santísima Asunción, y de numerosos fieles, el Sumo Pontífice autorizó que cada 28 de abril —día de su muerte— se celebre su memoria en los lugares y modos establecidos por el derecho canónico.
“Nos, acogiendo el deseo de Nuestro Hermano Edmundo Ponciano Valenzuela (…) concedemos que la Venerable Sierva de Dios María Felicia de Jesús Sacramentado (…) sea llamada Beata de ahora en adelante”, expresa el documento papal.
El legado de Chiquitunga
María Felicia Guggiari Echeverría nació el 12 de enero de 1925 en Villarrica, Paraguay. Desde muy joven se dedicó a ayudar a los más necesitados, integrándose a los 14 años a la Acción Católica, donde trabajó con niños, jóvenes trabajadores, universitarios en dificultades, enfermos, ancianos y personas en situación de pobreza.
A los 30 años, el 14 de agosto de 1955, ingresó al Carmelo de Asunción, respondiendo al llamado de una vida contemplativa y dedicada plenamente a Dios. Según testimonios recogidos por el sitio corazones.org, las madres carmelitas descalzas de Asunción la recuerdan como una mujer de espíritu sacrificado, inmensa caridad y generosidad incansable durante los cuatro años que compartieron con ella.
Chiquitunga falleció el 28 de abril de 1959 a los 34 años, a causa de una infección hepática. Sus últimas palabras, cargadas de profunda fe y alegría, quedaron grabadas en la memoria de quienes la rodearon:
“Papito querido, ¡qué feliz soy! ¡Qué grande es la religión católica! ¡Qué dicha, el encuentro con mi Jesús! ¡Soy muy feliz!” y “Jesús, te amo. ¡Qué dulce encuentro! ¡Virgen María!”.
Para la fe católica, la muerte representa el “nacimiento en el cielo”, motivo por el cual el 28 de abril fue elegido como su día de conmemoración.
Un símbolo de fe para Paraguay
Durante la ceremonia de beatificación, uno de los momentos más emotivos fue la revelación del retablo con la imagen de Chiquitunga, una obra del artista paraguayo Koki Ruiz, creada con más de 70.000 rosarios donados por los feligreses. Esta imagen refleja la profunda devoción que el pueblo paraguayo profesa a quien consideran un modelo de entrega, humildad y amor a Dios.
Con esta celebración anual, la figura de Chiquitunga se convierte en un símbolo de esperanza y fe para los católicos paraguayos y del mundo, y su vida de servicio y amor será recordada como ejemplo de santidad cotidiana.