¿Cómo funciona?
El bicarbonato de sodio es una sustancia alcalina compuesta por sodio, hidrógeno, carbono y oxígeno, que actúa como neutralizador de ácidos. Según expertos en nutrición, su capacidad para equilibrar los niveles de acidez lo convierte en una herramienta potencial para combatir el reflujo ácido, una de las razones más comunes por las que se consume diluido en agua. Al tener un pH de 8,3, el bicarbonato de sodio puede contrarrestar la acidez estomacal, cuyo pH ronda el 1.
Sin embargo, el hecho de que el bicarbonato de sodio provenga de ingredientes naturales no garantiza su seguridad en todas las situaciones. Los expertos advierten que su uso excesivo puede alterar el equilibrio de pH del cuerpo, afectando la salud de diferentes maneras.
Beneficios respaldados por la ciencia
Uno de los beneficios mejor documentados es su impacto en el rendimiento deportivo. Desde la década de 1980, se ha estudiado cómo el bicarbonato de sodio puede mejorar la resistencia física durante actividades de alta intensidad. Durante el ejercicio anaeróbico, como correr o saltar la cuerda, el cuerpo produce ácido láctico e iones de hidrógeno, lo que provoca la sensación de “quemazón” muscular. Ingerir bicarbonato de sodio antes del ejercicio puede reducir esa acidez, lo que podría mejorar el rendimiento, según investigaciones recientes.
Estudios demostraron que el consumo de bicarbonato de sodio una o dos horas antes del ejercicio aumenta la capacidad de realizar actividades de alta intensidad durante periodos cortos, como correr o boxear, mejorando la resistencia muscular y reduciendo la fatiga.
Otros beneficios potenciales
Además del deporte, se ha estudiado el bicarbonato de sodio para tratar problemas gástricos como la acidez estomacal y el reflujo, ya que es un componente activo en muchos antiácidos. Algunos estudios también sugieren que podría ralentizar el avance de la enfermedad renal en personas con insuficiencia renal crónica, aunque estos resultados requieren más investigación.
Riesgos y precauciones
A pesar de estos beneficios, los expertos subrayan que el uso no regulado de bicarbonato de sodio puede tener consecuencias negativas. El consumo excesivo puede desestabilizar el equilibrio natural del pH corporal, causando problemas digestivos, hipernatremia (niveles elevados de sodio en sangre) o desequilibrios electrolíticos. Estos efectos pueden ser especialmente peligrosos para personas con condiciones renales o cardíacas.
Aunque el bicarbonato de sodio tiene beneficios potenciales, su uso debe ser controlado y moderado. Los expertos recomiendan consultar con un médico antes de incorporarlo a la dieta diaria, especialmente en el contexto de condiciones de salud preexistentes.