Las pesquisas se iniciaron gracias a información proporcionada por el Ministerio Público de Chile, que alertó sobre la existencia de una organización criminal dedicada a captar mujeres paraguayas con promesas laborales engañosas para explotarlas sexualmente en ciudades chilenas como San Fernando, Talca, Linares y Pucón.
Según Duré, una mujer paraguaya residente en Chile jugaba un rol clave en la captación de las víctimas. A través de conocidos en Paraguay, ofrecía trabajos como mucamas o empleadas de frutería en el vecino país. Sin embargo, al llegar a su destino, las mujeres eran informadas de que debían mantener relaciones sexuales con distintos hombres en casas de citas. Las víctimas eran engañadas y vulneradas, siendo obligadas a ejercer la prostitución en condiciones de abuso y control estricto.
La pareja de esta mujer, quien también formaba parte de la organización, se encargaba de la administración de las ganancias obtenidas mediante la explotación sexual de las víctimas. Además, supervisaba de cerca a las mujeres utilizando cámaras de vigilancia y reteniendo sus documentos de identidad, lo que las dejaba indefensas. A través de este control, se les imponían multas o castigos si incumplían las reglas establecidas por la red.
Un transporte organizado
Uno de los aspectos más destacados de la operación de esta red era la logística del traslado de las mujeres desde Paraguay hasta Chile. Según la investigación, al menos 24 choferes estaban involucrados en el transporte de las víctimas, quienes eran trasladadas en camiones de larga distancia bajo la fachada de acompañantes en el transporte de carga. Este método les permitía evitar sospechas durante los cruces fronterizos y garantizar la llegada de las mujeres a las localidades chilenas donde serían explotadas sexualmente.
La colaboración entre las autoridades de Paraguay y Chile fue fundamental para el desmantelamiento de esta red. La investigación permitió identificar a 35 mujeres víctimas de trata, todas ellas de nacionalidad paraguaya, que fueron llevadas bajo engaños a Chile.
Operativo “Jegueraha": la caída de los implicados
El jueves pasado, en un operativo bautizado como “Jegueraha”, las autoridades lograron capturar a cinco choferes vinculados a la red de trata de personas en allanamientos simultáneos realizados en las ciudades de Mariano Roque Alonso y San Lorenzo, departamento Central. Los detenidos fueron identificados como Diego Adrián Salinas Núñez (33), Miguel Ángel Unzain Ortiz, Carlos Javier Saldívar Velozo, Juan Rodolfo Rojas Acosta (40) y Gustavo Ramón Chaparro Fleitas (40).
Durante los operativos, liderados por las fiscalas Carina Sánchez, María Isabel Arnold y Claudia Aguilera, se realizaron incursiones en tres empresas transportadoras, donde se incautaron documentos y otros elementos probatorios que vinculaban a los detenidos con el traslado de las víctimas. Los cinco choferes habrían colaborado directamente con la red, transportando a las mujeres bajo el esquema ya mencionado.