Días atrás, la Cámara de Diputados dio el visto bueno al proyecto de ley que busca regular la venta y el uso de los ya famosos vapeadores y/o similares. Esto, a partir de la preocupación en relación a dichos dispositivos electrónicos que, llevan a adicción a la nicotina, especialmente en jóvenes.
En conversación con Xintia Ayala, especialista en tabaquismo y médica neumóloga de la Clínica CER (Centro de Estudios Respiratorios), habló de las consecuencias de la utilización de vapeadores, como así también, algunas alternativas para dejarlos.
Consecuencias del abuso con vapeadores
“Es esencial conocer que, aunque estos productos nos quieren vender como alternativas más saludables a los cigarrillos convencionales, se ha podido ver la evolución de estos 12 años aproximadamente, de que producen efectos similares, y pueden producir lesiones a corto plazo con consecuencias incluso nefastas”, empezó mencionando la profesional.
Por ello, a corto plazo, “vapear podría llevar a sufrir de tos desenfrenada, exacerbación de enfermedades pulmonares pre existentes como el asma, tener mayor probabilidad de enfermar por infecciones pulmonares, dañar las arterias, y posibles efectos permanentes en el aprendizaje y el desarrollo cerebral, especialmente en adolescentes”.
Además, según la entrevistada, sus efectos pueden ser por ejemplo, el mal olor, las manchas en los dientes, la disminución del rendimiento atlético, tos crónica, exacerbación de asma, mayor riesgo de infecciones pulmonares, ateroesclerosis, y más.
Cifras en Paraguay
El Ministerio de Salud, a través de su portal oficial, compartió algunos números sobre la utilización de estos dispositivos electrónica, a nivel país. De esa manera, se observa que en el país se registran 12 muertes diarias vinculadas al consumo del tabaco, de primera o de segunda mano; lo que equivale a unas 4.515 defunciones anuales. “Cuya cifra corresponde al 13.7% del total de fallecimientos ocurridos cada año en el territorio nacional”, asegura.
Muy utilizados por adolescentes
A su vez, muestra que el 17,7 % de la población adulta es fumadora. De dicha cifra, el 12,5 % fuma cigarrillos clásicos, y el 5,2 % utiliza dispositivos electrónicos. Por otro lado, en cuanto a jóvenes, solo el 3% fuma cigarrillos clásicos, mientras que el 12,5 % utiliza dispositivos electrónicos.
“En nuestro país se encontró en la encuesta mundial de tabaquismo en jóvenes, que adolescentes entre 13 y 15 años ya lo estaban consumiendo, y la SENAD realizó una pequeña encuesta en alumnos de entre 13 y 15 años y encontró que definitivamente, muchos ya vapean”, aportó la doctora.
“Si un adolescente es dependiente de moderado a grave, con síntomas de abstinencia que son difíciles de tolerar, sugerimos la farmacoterapia con reemplazo de nicotina junto con terapia conductual”
La farmacoterapia, una alternativa válida
“En primer lugar, la mejor forma de dejar es conociendo sus efectos. Lo primero que debemos saber antes de ofrecer ayuda, especialmente a adolescentes, es su grado de dependencia. Se prefiere iniciar con terapia conductual y grupos de apoyo”, mencionó la neumóloga refiriéndose seguidamente, a las alternativas para dejar el vape.
“Si un adolescente es dependiente de moderado a grave, con síntomas de abstinencia que son difíciles de tolerar, sugerimos la farmacoterapia con reemplazo de nicotina junto con terapia conductual. Contamos con formas diferentes de reemplazo, como son los parches, chicles y spray nasal de nicotina. Se ha demostrado que son seguros para los adolescentes. Se surgiere que el tratamiento dure unos tres meses”, siguió.
“Junto con otros expertos creemos que existe una justificación sólida para usar la farmacoterapia en adolescentes seleccionados, como una ayuda para dejar de fumar a corto plazo, dada la creciente evidencia de que la dependencia de la nicotina puede desarrollarse temprano”.
Otras alternativas
Reemplazar el hábito de vapear con actividades alternativas puede ser otra estrategia útil. Realizar actividades que ocupen las manos y la mente, puede distraer los antojos a la nicotina.
“Es además importante establecer rutinas de actividad física, elegir un deporte, un hobbie. Se supo recientemente de un caso de un atleta que para combatir su ansiedad antes de cada competencia, decidió tejer. Entonces, cada vez que una persona tenga ganas de vapear, puede elegir una actividad específica que distraiga a esa ansiedad. Esa sensación de ansiedad por fumar dura unos tres minutos”, finalizó.